Es un
artefacto mecánico que transforma un movimiento en otro diferente, valiéndose
de la fuerza recibida para entregar otra de magnitud, dirección o longitud de
desplazamiento distintos a la de la acción aplicada.
En una
máquina simple se cumple la ley de la conservación de la energía: (la energía
no se crea ni se destruye, solo se transforma). La fuerza aplicada,
multiplicada por la distancia aplicada (trabajo aplicado), será igual a la
fuerza resultante multiplicada por la distancia resultante (trabajo
resultante). Una máquina simple, ni crea ni destruye trabajo mecánico, sólo
transforma algunas de sus características.
Máquinas
simples son: la palanca, las poleas, el plano inclinado, la cuña, etc.
No se debe
confundir una máquina simple con elementos de máquinas, mecanismos o sistema de
control o regulación de otra fuente de energía.
Las
máquinas simples se confeccionaron desde tiempos muy remotos, exactamente
cuando los homo sapiens empezaron a inventar herramientas, como las hachas.